miércoles, 28 de enero de 2009

Reflexión sobre el Problema de la Investigación Socioeducativa /RAFAEL VEGAS

De acuerdo a lo planteado por los integrantes de grupo EL SOL SALE PARA TODOS, RAFAEL VEGAS, ANGEL PONCE, MARYOLIX MEREGOTE, ANGELA ESCALA, LIVIA CAPOTE, OBILIA PALENCIA, y prosiguiendo con el tema en cuestión, Según Sarramona, 1991, “la investigación es el procedimiento por el cual se llega a obtener conocimiento científico, pero no existe un método absolutamente seguro para eliminar el error en la elaboración y validación de las teorías científicas, sino que tal procedimiento es relativo según cada momento histórico e incluso según la naturaleza del conocimiento que se trata de alcanzar metódicamente que oriente a las técnicas pertinentes para la obtención de información”.
Por otra parte la gran multiplicidad de problemas de índoles sociales y educativos susceptibles de investigación hace imperante y necesaria una mayor diversidad y plasticidad.
De esta manera, viéndolo desde el ámbito de las ciencias sociales según Arnal 1996, destacó tres tipos de paradigmas de investigación, tales como: Positivista, Interpretativo y Sociocritico. Donde enfatizó el positivismo como racionalista y cuantitativo, el cual pretende explicar y predecir hechos a partir de relaciones causa-efecto, donde además el investigador busca la neutralidad afianzándolo en la búsqueda de la objetividad, centrándose en aspectos observables y que se puedan cuantificar. Por otra parte el paradigma Interpretativo o hermenéutico, que vendría siendo el naturalista, cualitativo, pretende comprender e interpretar la realidad, donde se busca construir nuevos conocimientos, y que además el investigador se implica. Asimismo, el paradigma sociocritico, pretende ser motor de cambio de transformación social, emancipador de las personas, donde el investigador es un sujeto mas, comprometido con el cambio social.
Si observamos el conocimiento científico desde el punto de vista filosófico, éste a su vez plantea un cuestionamiento previo ¿se puede conocer? ¿Es posible la objetividad?, según diferentes posturas cuando los filósofos antiguos interpretaban al hombre como parte de la realidad, con una posición realista ante las cosas, como por ejemplo Parménides, Platón, Aristóteles, (siglos III y VI a de C), donde el conocimiento se basaba en conceptos formados a partir de las cosas y estos conceptos se reflejaban en la realidad misma.
Luego el en siglo XVI aparece Descartes con el método científico para conocer y no incurrir en error, según lo planteaba en su teoría, desplazando las teorías de los filósofos antes mencionados. Decía Descartes, “de lo único que estoy seguro es de que yo existo, por que estoy pensando”, así comienza el pensamiento moderno con una teoría del conocimiento, convirtiéndose la duda en un método.
Si nos vamos mas allá de esas teorías y nos preguntamos ¿cual es el origen del conocimiento?, ¿es la experiencia o la razón?. Según los grandes filósofos, la razón son los juicios fundados en el pensamiento, poseen necesidad lógica y validez universal, del mismo modo afirmaron que el empirismo considera a la experiencia como única fuente de conocimiento.
En cuanto a la existencia de la realidad objetiva de todas las cosas, existen tres posturas que se destacan: el realismo según el cual existen las cosas independientemente de la conciencia que las conoce (Aristóteles, Descartes, Hobbes, Locke), el idealismos, para el cual no se dan cosas independientemente de la conciencia (Berkeley, Fichte, Hegel, y el punto de vista fenomenológico (Kant) que sostiene la imposibilidad del conocimiento las cosas tal y cual como son en si mismas; las conocemos tal como se nos aparecen, pero no en cuanto a su esencia.
De este modo, la importancia de contrastar estas teorías, está en que el conocimiento no nos llega sin más, sino que hemos de luchar por obtenerlo, pues sin esfuerzos no tendremos más que especulaciones superficiales y erróneas, pero estos esfuerzos deben ser críticos. Para la ciencia, los objetos y los procesos del mundo no tienen una esencia fija que pueda captarse de una vez por todas. Esa lucha en que consiste la ciencia no es, por tanto, sólo una crítica sino también una lucha sin fin. La ciencia pierde su carácter empírico y se convierte en metafísica en cuanto deja de sufrir cambios; la verdad es ciertamente su objetivo, pero está a una distancia infinita de ella.
Para el ámbito de la investigación, la tradición que se desarrolla en torno a un paradigma constituye un conjunto de actividades relativamente autónomas al que Kuhn llama “ciencia normal” y esta encuentra su justificación en el valor y eficacia del paradigma, por lo que no tienen ningún interés en ponerlo en cuestionamiento. Esta corresponde a un estado mental que ve el progreso de la investigación en términos de rompecabezas o enigma, lo cual supone que existe una solución y que esta puede encontrarse de modo parecido a como ya se resolvieron con éxito otras cuestiones en el marco del mismo paradigma, claro está, que estas soluciones no se dan con solo seguir el mismo conjunto de “reglas”, la investigación debe ser creadora, intuitiva, asertiva.
Ahora bien, más allá de los filósofos y de los paradigmas en el campo de la investigación, concentremos la atención en lo que respecta a la investigación educativa y como influye en la sociedad, si es tomada como eje fundamental en el desarrollo evolutivo de una nación. Si reflexionamos un poco sobre la problemática de la investigación socioeducativa, podremos observar muchos escollos en el devenir de los procesos a lo largo de los años, y como esto a repercutido en muchos aspectos de la vida cotidiana de un ciudadano, tanto en lo político, económico, tecnológico, humanístico, social, espiritual, etc., lo cual es objeto de estudio, de acuerdo a los planteamientos de cada gobierno, de cómo quiere que se imparta la educación a conveniencia, y asimismo influye en la dominación de los poderes, a través de estas mismas políticas educativas.
La educación a través de la investigación, tal cual como esta concebida, no llena los requerimientos señalados fundamentales, por que presenta una visión muy estrecha de la educación en relación a los fundamentos pedagógicos o de procesos en el aula, descuidando aspectos relacionados con los valores desde una perspectiva social y humanista, abocados a los nuevos cambios educativos.
Es por ello que podemos conceptualizar la Investigación Educativa, como un proceso mediante el cual se pueden hacer cambios importantes en el desarrollo de un país, de acuerdo a sus necesidades y plantear la resolución de problemas prioritarios que afectan la realidad, y que además se podrían gestar nuevos procesos de transformación política, económica, tecnológica y social.




BIBLIOGRAFÍA
ARNAL, J.; DEL RINCÓN, D.; LATORRE, A. (1996). Bases metodológicas de la investigación educativa. Barcelona: Grup92
Sarramona (1991). Técnicas d einvestigaicón en ciencias sociales Madrid: Dykinson

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